Receta de pan amasado

Si eres latino, probablemente sabes lo que es el pan amasado. Si no lo eres, déjanos decirte: es un clásico de la cultura y la cocina chilena, y es una de las variedades de pan más populares en Chile. ¿Y si nunca ha probado un pan amasado caliente con mantequilla? Entonces estamos deseando que le dé su primer bocado. Acompáñenos en nuestro viaje por este delicioso mundo mientras exploramos algunas de las mejores y más interesantes formas de hacer pan amasado en Chile.

¿Cómo hacer pan amasado?

El pan es uno de los ingredientes más importantes de nuestra dieta diaria. Puede disfrutarse como merienda, pero también es perfecto para el desayuno y la comida.

Lo mejor del pan casero es que puedes hacerlo a tu gusto. Hay muchas recetas disponibles en Internet, pero ésta es la que me gusta utilizar porque ha pasado de generación en generación.

Es muy fácil y rápida de preparar, así que puedes hacerla en cualquier momento del día y con muy poco esfuerzo.

Los ingredientes son sencillos de encontrar y tampoco se tarda mucho en combinarlos, lo que significa que, aunque tengas poco tiempo, puedes hacer un pan delicioso rápidamente.

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La comida en Chile es tan increíble que hemos decidido publicar algunas de nuestras recetas favoritas para ti.

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Historia del pan amasado

¿Sabías que el primer pan de la historia fue en realidad una galleta?

Es cierto. El primer pan se descubrió alrededor de 8.000 años antes de Cristo, cuando se dejó olvidada al sol una masa de cereales. Cuando volvió, formó una especie de galleta granulada, seca y aplanada que se convirtió en el primer pan de la historia.

En realidad, el segundo consumidor de pan es Chile: ¡comete unos 90 kilos por persona al año! Eso es tanto como tres barras de pan al día.

Y si pensabas que el trigo era originario de Europa, piénsalo de nuevo: ¡en realidad llegó de América con el propio Cristóbal Colón! Cuando los españoles llegaron a América, trajeron consigo el trigo. Al principio, los indígenas se negaron a plantar trigo, ya que estaban acostumbrados al maíz, pero acabaron cediendo al ver lo delicioso que podía ser cuando se cocinaba a fuego vivo, como las tortillas hoy en día.